Fuego, humo, gritos y caos fue lo que el investigador Helkin Núñez pudo reconocer al analizar unas fotografías que llegaron hasta su oficina en lo que parecía ser una inspección de rutina.

Transcurría un día normal en el Archivo del Atlántico, ubicado en La Aduana, lugar donde labora este archivista, quien ha dedicado su vida al análisis del pasado de la ciudad. Sin embargo, este experto, acostumbrado a observar a una Barranquilla en blanco y negro no estaba preparado para lo que aparecería ese día ante su escritorio.

En total llegó una bolsa con 80 fotografías inéditas de la vida cotidiana de la ciudad en 1948. Todo un hallazgo teniendo en cuenta las pocas imágenes que aún se conservan de aquellos tiempos tumultuosos y definitivos para la historia de la urbe.

Las fotos reflejaron los desmanes, el saqueo y el vandalismo al que estuvo sumido la ciudad durante seis días tras la muerte del caudillo político Jorge Eliécer Gaitán, que dejó un saldo de 12 muertos y un desaparecido, según pudo constatar en las actas de defunción de la época.

“El proyecto es muy importante para la ciudad y muy curioso por cómo llegó la información. Un amigo Manuel Sanjuanuelo me comentó que necesitaba limpiar una gran cantidad de fotografías que traía en una bolsa y apenas las vi supe que se trataba de fotos de cómo se vivió el 9 de abril de 1948 en Barranquilla”, dijo a Zona Cero Núñez.

Núñez adquirió el material y le dio como nombre al proyecto: ‘El Gaitanazo en Barranquilla’ que servirá para rememorar cómo el efecto de la muerte del dirigente político impactó la sociedad y la vida pública de la época.

¿Cómo se vivió el 9 de abril de 1948 en La Arenosa?

Días antes la ciudad había sufrido de protestas por parte de vendedores ambulantes a quienes las autoridades habían amenazado con retirar de las calles, donde se vivió un “conato de asonada”. Ocho días después, Núñez destacó que explotó ‘El Gaitanazo’ a raíz de la tensión política de aquellos días.

Luego de conocerse el atentado al líder político ocurrido al mediodía en Bogotá y su posterior muerte hacia las 2 de la tarde, a raíz de los disparos propinados por Juan Roa Sierra, la radio fue el primer medio de comunicación que transmitió la información en pocos minutos.

El vandalismo detonó en Barranquilla ese viernes, día de mercado, minutos después de conocerse el magnicidio.

“Ese viernes 9 de abril de 1948 Barranquilla quedó sumida en un caos, descontrol y saqueo. Hasta tuvieron que habilitar un puerto improvisado acá por los lados del caño y toda esta mercancía fue llevaba a Sitionuevo y a otros pueblos para protegerla de los insurgentes”, detalló Núñez.

En la capitald el Atlántico, la radio comenzó a anunciar la noticia, como sucedió en la sede de Emisoras Unidas. En esa estación radial se congregó la revuelta y a través de este medio la ciudad estuvo enterada de lo que acontecía en la capital del país, por medio de los altavoces que poseía esta sede y que se pueden apreciar en las imágenes recuperadas.

La sede de Emisoras Unidas silenció sus emisiones luego de ser saqueada e incendiada por la muchedumbre enfurecida. “Lo triste es que en el saqueo a Emisoras Unidas se perdieron muchos discursos de la época como la apertura del Terminal Marítimo, los discursos de Enrique Olaya Herrera que hicieron parte de la historia de Barranquilla”, lamentó Núñez.

Uno de los primeros edificios tomados por la turba fue el diario de corte conservador La Prensa que, según el experto, quedaba en la Veinte de Julio en el centro histórico.

“Se observa cómo se destruyó el diario conservador La Prensa el cual sufrió los estragos por su orientación política y terminó incendiado. Todo eso quedó registrado en esas fotografías. La gente tomó los rollos de papel periódico de los almacenes y los hicieron rodar por todas las calles y con estos rollos incendiaron varios edificios en la zona céntrica. Esa es una de las imágenes con las cuáles quedábamos muy impresionados porque se ve el caos en todo su furor”, resaltó el investigador.

En las casas escondieron y guardaron las mercancías para que los manifestantes no se las robaran. El Consulado de España también fue incendiado en pocas horas.

“Son las instantáneas de la ciudad en un momento de caos, de robo continuo y de saqueos. Todo se puede observar en estas fotos”, aseguró el experto.

Lo que el fuego se llevó

Cuentan las crónicas de la época en diarios con ediciones extraordinarias, que fue creada una Junta de Gobierno provisional que reemplazó por varios días a las autoridades seccionales. En la ciudad el toque de queda duró más de nueve días.

Entre las cifras del momento perecieron 12 personas, hubo más de 30 heridos, fueron encarceladas más de 200 personas y veinte edificios de la ciudad fueron incendiados.

“Hubo hombres que se enfrentaron a machetazos y uno de los cuerpos cayó en la laguna de Barranquillita y este enfrentamiento fue uno de los primeros que se dio al inicio de los desmanes”, contó Núñez.

El archivista explicó que a partir de este material escribió un guion de Barranquilla que pocos conocían de ese hecho histórico vivido en la ciudad.

La turba enfurecida comenzó a recorrer las calles y a destruir todo a su paso: locales de zapaterías, sombreros y demás artículos. Estas imágenes cuentan cómo fue destruido el centro de la ciudad en cinco días de protestas.

Ni la Iglesia de San Nicolás se salvó de los manifestantes, que los diarios de la época denominaron “los revoltosos”. El templo y la casa cural fueron consumidos por las llamas, los muebles de la iglesia fueron arrojados a las calles e incendidos en una gran hogera. En las fotos se puede ver cómo el fuego y el humo dejaron su rastro de destrucción por el hollín que salió por las ventanas.

También fueron incendiados el Colegio Salesiano y la Gobernación y la Alcaldía fueron tomadas por los insurrectos.

Núñez ha sido minucioso en sus pesquisas encontrando en los registros notariales que cada empresario del momento perdió sus ingresos y su capital en los diferentes negocios que tenía.

“Vale rememorar este momento histórico porque Barranquilla sufrió mucho con este suceso”, recalcó el experto.

Sobre este hecho histórico existe una tesis laureada de la Universidad del Atlántico del profesor Adriano Guerra, pero que estudió la parte política de aquel momento en Barranquilla. Sin embargo, de acuerdo a Núñez no existe un estudio que explique cómo este suceso afectó la vida cotidiana de la Arenosa.

“Deseamos mostrar a la ciudad en esos seis días de caos en el antes, durante el momento y el después”, afirmó el archivista.

Actualmente Núñez ha recopilado más de 150 folios de investigación, más de 80 fotografías inéditas, las reacciones en los diferentes municipios del departamento con insurrecciones menores que se vivieron en estas poblaciones y los registros de las defunciones que se dieron a raíz de las protestas.

“Se debe editar este libro a como dé lugar porque muestra un aspecto desconocido y poco estudiado de este importante momento histórico en Barranquilla”, concluyó Núñez.